El desafío de la digitalización en la gestión cultural
La digitalización ha transformado profundamente el sector cultural, tanto en la creación como en la difusión y el consumo de los productos culturales. La gestión cultural, entendida como el conjunto de actividades que facilitan el acceso, la participación y el disfrute de la cultura por parte de la ciudadanía, se enfrenta al desafío de adaptarse a este nuevo escenario, aprovechando las oportunidades que ofrece y superando las dificultades que plantea.
En este artículo, se analizan algunos de los aspectos clave de la digitalización en la gestión cultural, como son:
En este artículo, se analizan algunos de los aspectos clave de la digitalización en la gestión cultural, como son:
- Democratización de la cultura, permite ampliar el alcance de la oferta cultural, rompiendo las barreras geográficas, temporales y económicas que limitan el acceso a la cultura.
- Innovación y creatividad, en nuevos formatos y contenidos, permitiendo la generación de contenidos transmedia, interactivos y personalizados, que se adaptan a las preferencias y necesidades de los usuarios.
- Gestión de los datos, la digitalización facilita la recopilación y el análisis de grandes cantidades de datos sobre el comportamiento y las opiniones de los usuarios, lo que permite conocer mejor sus gustos, intereses y hábitos culturales, posibilitando una gestión cultural más eficiente y efectiva, basada en la evidencia y orientada a la satisfacción de las demandas del público.
- Accesibilidad e inclusión, facilita el acceso a personas con diversidad funcional, geográfica o socioeconómica.
- Mejora continua, aplicando mejoras en la gestión y análisis de datos, se mejora la calidad y la eficiencia de los procesos internos de las instituciones u organismos, optimizando los recursos y reduciendo los costes.
- Fomentar la colaboración y la cooperación entre agentes culturales, creando redes y alianzas estratégicas.
Sin embargo, la digitalización también plantea una serie de desafíos y riesgos para la gestión cultural, tales como:
- Brecha digital, que puede generar desigualdades entre los agentes culturales que tienen acceso a las tecnologías y los que no.
- Posible pérdida de identidad y diversidad cultural, debido a la homogeneización y estandarización de las ofertas culturales.
- Precarización laboral y la competencia desleal, derivadas de la incorrecta regulación y protección de los derechos de autor(o, en su defecto, mala aplicación de las licencias digitales) y de los trabajadores culturales.
- Saturación informativa, dificultad para captar la atención del público, ante la sobreoferta y la dispersión de contenidos culturales.
Ante este escenario, es necesario que los gestores culturales adopten una actitud proactiva y estratégica frente a la digitalización, buscando el equilibrio entre las oportunidades y los riesgos que conlleva. Para ello, es imprescindible que cuenten con una visión global e integrada del sector cultural, que les permita identificar las necesidades y expectativas de sus públicos, así como las tendencias y buenas prácticas que se están dando en el ámbito digital.
Este paradigma está transformando el sector cultural y los gestores culturales tienen el reto de adaptarse a este cambio y aprovechar sus ventajas para generar valor agregado cultural, social y económico. Para ello, deben contar con una formación continua y especializada en materia digital, así como con una actitud abierta e innovadora que les permita explorar nuevas posibilidades para sus proyectos culturales.
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